No es tan fácil como 1, 2, 3, sino más bien tan complejo como 3, 2, 1. El objetivo principal de una alerta temprana de terremoto es obtener una respuesta a tiempo. Disponer del tiempo suficiente para responder adecuadamente cuando se prevé un desastre inminente y, si fuera este el caso, para responder a un temblor de tierra esperado que puede causar daños a gran escala. Un sistema de alerta temprana puede ayudar a prevenir una potencial destrucción, así como a evitar heridos y bajas humanas. La mayoría de sistemas de alerta de terremotos utilizan en la actualidad datos sísmicos en tiempo real para determinar la ubicación de un terremoto y la magnitud esperada. Gracias a estos datos, es posible predecir el movimiento esperado de la tierra y la distancia o el radio de acción desde el epicentro del seísmo. Las regiones donde la magnitud puede exceder ciertos límites son alertadas y consiguientemente evacuadas.

No obstante, ni el conocimiento de las propiedades fundamentales ni el desarrollo constante de sistemas de alerta puede prevenir falsas alarmas o alertas perdidas, como resultado de nuestra incapacidad temporal de realizar una estimación inmediata de los temblores de tierra que pueden suceder en cualquier momento.

Los equipos científicos del Servicio Geológico de EE. UU., la Universidad del Sur de California y el Instituto de Tecnología de California han llevado a cabo recientemente una investigación para determinar los límites de precisión de las alertas sísmicas. Uno de los resultados publicados de esta investigación¹ argumenta que no existe un método de alerta temprana de terremotos que sea preciso al cien por cien. Diseñar un método así es científicamente imposible. Resumiendo, diferentes terremotos que produzcan la misma cantidad de energía total, es decir, terremotos con la misma magnitud, pueden causar temblores significativamente diferentes.

A pesar de estas limitaciones, la alerta temprana contra un terremoto es un aspecto esencial para mitigar su impacto y los potenciales daños que pueda causar, especialmente para aquellos grupos de personas que quieren ser advertidos contra movimientos de tierra con magnitudes mucho más bajas de las que pueden provocar daños de consideración. Incluso a pesar de que tales alertas puedan aumentar el número de falsas alarmas. Por otro lado, esta opción también minimiza el número de alertas “perdidas” y optimiza la funcionalidad general de los sistemas de alerta.

Casi todo el mundo en buena forma física puede tomar medidas básicas que faciliten el rescate, las llamadas acciones Agáchese, cúbrase y agárrese, incluso a niveles de magnitud muy baja, para reducir la posibilidad de daños o lesiones cuando un terremoto comienza a incrementar su magnitud. Estas, llamémoslas operaciones de rescate, son esencialmente gratuitas, duran tan solo unos segundos e implican solo una pequeña pérdida en la productividad de una persona. Al final, resultan en un beneficio. La ventaja de estar debajo de una mesa proporcionará a las personas mayor beneficio de lo que pierden en productividad o, en el peor de los casos, si resultaran golpeados como consecuencia de la caída de una estantería, un armario o una lámpara. Sencillamente lo que viene a decir es que el costo de reparar el daño es mucho más alto que el costo de realizar tales acciones. Después de todo, la cantidad de alertas falsas que los usuarios de un sistema de alerta temprana experimentarán debido a esta estrategia puede servir como ejercicio de preparación o simulacro.

El estudio concluye que se trata de un método simple para garantizar que los usuarios de tecnologías de alerta temprana de terremotos reciban la alerta temprana más eficiente contra un seísmo, de ahí la advertencia incluso en caso de leves temblores de tierra. Una de las soluciones son las sirenas electrónicas.

Para obtener más información sobre las soluciones de alerta temprana de terremotos, visite el sitio web de Telegrafia: https://www.telegrafia.eu/es/soluciones/sistema-de-alerta-de-masas/alerta-temprana-en-caso-de-terremoto/

Artículo escrito por

Róbert Jakab

Robert es como una fotografía en movimiento, porque es como un video. Puede capturar 60 imágenes por segundo. Siempre que pasa algo, lo registra. Actualmente, está trabajando en videos más pequeños y espera hacer un largometraje algún día y luego su secuela. Telegrafia 2: Monkey Power (Poder de mono)