Indonesia es un país con un largo historial de desastres naturales que desde siempre han amenazado la vida de sus habitantes. El motivo no es otro que el llamado “Anillo de fuego“, un área de intensa actividad volcánica y sísmica alrededor de la base del Océano Pacífico, sobre el que yace el país.

Inundaciones, tsunamis, terremotos, erupciones volcánicas y ciclones se han venido repitiendo durante la historia, y el gobierno ha invertido una considerable cantidad de dinero en proteger a su población. En 2019 llegó incluso a doblar la inversión en la gestión de desastres naturales, con un presupuesto dedicado a este propósito que superaba los mil millones de dólares. Una parte importante de este presupuesto está destinado a ayudar a las víctimas, pero algunos fondos se dirigen también a la prevención.

La densidad de población en determinadas áreas de Indonesia es extremadamente alta. Salvar vidas humanas y minimizar los daños materiales es cuestión de minutos cuando ocurre algún desastre natural. La detección a tiempo de cualquier actividad sísmica y el aviso de alerta temprana a la población tiene, por lo tanto, una importancia primordial.

La tragedia de septiembre de 2018 sirve para ilustrar el carácter indispensable de una alerta temprana. La ciudad de Palu, situada en una larga y estrecha bahía, fue afectada por las fuertes olas de un tsunami como resultado de un terremoto de 7,5 grados en la escala de Richter. En aquel momento se celebraba un festival en la playa y debido a un fallo en el sistema de alerta, tuvo lugar una de las mayores tragedias que se recuerdan con más de 2.000 fallecidos.

Al parecer, los responsables de que el sistema de supervisión de las boyas no funcionara y, por lo tanto, de que no se pudieran detectar temblores sísmicos fueron un mantenimiento inadecuado del sistema y los ataques vandálicos sufridos. Además, la población no fue avisada en el debido momento y de la forma idónea. Las alertas enviadas por SMS no resultaron ser el mejor sistema de aviso porque el terremoto provocó una interrupción en el suministro eléctrico y las telecomunicaciones dejando inoperativas las sirenas de Palu.

A pesar de que este desastre resultó especialmente desgraciado, un sistema de alerta de mayor calidad y con un mejor mantenimiento (como por ejemplo las sirenas electrónicas de Telegrafia con baterías de respaldo en la playa) podría haber salvado muchas más vidas humanas.

En 2012 tuvo lugar en Indonesia un caso de prevención de desastres algo más afortunado. Después de los temblores sísmicos ocurridos en el Océano Índico (con una fuerza de 8,6 grados en la escala de Richter), se produjo un tsunami que golpeó la provincia de Aceh 30 minutos después del terremoto. A pesar de que el tiempo de respuesta fue relativamente corto y de que la infraestructura de carreteras no pudo absorber la multitud de personas que estaba siendo evacuada, el número de fallecidos se redujo a cinco personas. Una vez más se oyeron voces que pedían sirenas con baterías de respaldo que pudieran avisar a la población incluso en caso de interrupción del suministro eléctrico.

Hay que decir, por tanto, que los informes de 2019 de que Indonesia doblará el presupuesto para afrontar los desastres naturales pueden considerarse optimistas en la actualidad. El Ministro de Turismo, Arief Yahya, apoya la idea de crear una red de sirenas más densa, especialmente en los complejos turísticos. Después de todo, una alerta temprana de tsunami o de cualquier otro desastre natural es esencial, y las modernas sirenas electrónicas de Telegrafia podrían ser una solución perfecta.

Las sirenas electrónicas modernas poseen diversas ventajas que podrían marcar la diferencia en Indonesia. Estas ventajas incluyen:

1. Una mayor fiabilidad gracias al respaldo del suministro eléctrico (por ejemplo mediante paneles solares)
2. Posibilidades de interconexión con un software centralizado a fin de minimizar el tiempo de respuesta.
3. Variabilidad de tonos de alerta ajustables a cada situación
4. Robustez para resistir la adversidad de las inclemencias del tiempo

Una alerta rápida es simplemente un elemento esencial en la prevención de emergencias. Por supuesto, los desastres como el tsunami de Palu ocurren de manera excepcional. Sin embargo, de eso se trata cuando hablamos de planificar sistemas modernos de seguridad que tengan en cuenta escenarios de proporciones extremas. Esperemos, por lo tanto, que si la naturaleza vuelve a rebelarse, el sonido de las sirenas pueda oírse en todos los lugares en el momento oportuno.

Si tiene alguna pregunta o necesita asesorarse, no dude en ponerse en contacto con nosotros. Será un placer asistirle y ofrecerle ayuda profesional.

Artículo escrito por

Zuzana Jacova

Zuzana trabaja en el departamento de marketing de Telegrafia. Su responsabilidad principal es supervisar Google Ads y Facebook. El marketing online es cambiante, lo que le proporciona la oportunidad de expandir constantemente sus conocimientos y aplicarlos en entornos reales. Después de trabajar, le gusta relajarse en el gimnasio y ver buen cine.