El desarrollo de cada una de las nuevas generaciones de sistemas de alerta temprana y notificación se traduce en miles de horas de trabajo que los desarrolladores de hardware y software emplean ante sus ordenadores, y en una considerable cantidad de tiempo necesario para probar sus diseños. Una de las pruebas más importantes para los dispositivos acústicos de alerta es un ensayo destinado a probar la respuesta acústica de un dispositivo en condiciones reales de medición. Esto quiere decir, cuando hablamos de productos de Telegrafia, conseguir en ocasiones una respuesta de al menos 153 dB. Existe toda una serie de zonas de pruebas especialmente dedicadas a este fin y situadas, normalmente, en bosques o localizaciones remotas. En cualquier caso, alquilar estas zonas suele ser relativamente complicado ya que a menudo están reservadas con varios meses de antelación, una circunstancia que reduce la flexibilidad del desarrollo de dispositivos y aumenta el período transcurrido hasta su comercialización.

Telegrafia decidió, como parte de su gran de un proyecto de inversión en el desarrollo de infraestructuras, construir su propia cámara acústica a tamaño natural en el sótano de su cuartel general. Si bien era una decisión simple, no fue fácil de tomar: la cámara acústica era la partida de desarrollo más grande realizada hasta la fecha, si tenemos en cuenta su tamaño, el dinero invertido y la puesta en marcha de una instalación de tal envergadura en la historia de la compañía.

La cámara acústica ha convertido los sótanos de la sede de la compañía en el lugar más ruidoso y a la vez más silencioso de Telegrafia. El entorno no reverberante de la cámara, similar a una zona abierta, permite probar las sirenas electrónicas bajo las mismas condiciones acústicas. Si se coloca la sirena en un extremo de la cámara y un micrófono en el otro, es posible medir la presión acústica de una onda acústica que transporta la respuesta acústica por el entorno. Esto es aplicable no solo a las inmediaciones de las bocinas circulantes, sino también a la onda acústica real que se transporta por el entorno.

La instalación mencionada anteriormente comporta toda una serie de ventajas que sirven para mejorar los parámetros de los productos de Telegrafia, como por ejemplo:

• Una valoración de la eficiencia de la bocina/del controlador calculada como la proporción entre la energía eléctrica suministrada y la presión acústica generada.
• La posibilidad de probar diversas configuraciones de sonido, por ejemplo la disposición de las bocinas, y elegir la solución más adecuada para generar la máxima presión acústica.
• Una mejor optimización del sistema gracias a la utilización de amplificadores y controladores reales, en lugar de simular las condiciones reales mediante la resistencia de sangrado.
• La posibilidad de hacer comparaciones entre varios controladores y sus interacciones.
• Una valoración de las respuestas máximas del controlador acústico utilizando métodos destructivos y demostrando el rendimiento real de los controladores mejor que cualquier simulación.

La gran inversión realizada en una cámara acústica sin reverberación a tamaño natural se considera un paso más en la dirección correcta. Este considerable paso al frente permite al departamento de desarrollo llevar a cabo pruebas acústicas mucho más realistas que la mera estimación de los parámetros más importantes por medio de ordenador. Este tipo de pruebas pueden realizarse en cualquier momento durante el desarrollo de nuevos dispositivos o tras el suministro de nuevos componentes por otros fabricantes. Por lo tanto, los clientes obtienen productos más fiables, más potentes y efectivos que incluyen tecnologías de vanguardia en lo que, al fin y al cabo, es el resultado de un período de desarrollo más corto.