Un bonito día soleado, dos compañeras de trabajo de Telegrafia deciden hacer una excursión a una zona montañosa relativamente desconocida cerca de Sivec (a 781 m sobre el nivel del mar). El lugar que querían visitar no es célebre, pero han oído que hay unas bonitas vistas de las que gozar cuando las condiciones climatológicas son buenas.

“Tomamos el primer tren de la mañana a Ružín, con el objeto de evitar la caminata durante las horas más calurosas del día. Sabíamos que cruzaríamos dos grandes campos sin árboles que nos pudieran ofrecer cobijo y, a pesar de que teníamos reservas de agua suficientes, esta circunstancia representaba cierto riesgo.” , comentó Andrea, directora de la oficina de Telegrafia.

Ružín es un embalse de 11 kilómetros de longitud que contiene más de 59 millones de m3 de agua. Suministra agua y electricidad a las industrias en la ciudad de Košice y sus zonas adyacentes urbanas y rurales. Desde 1963 ha desempeñado bien el papel de embalse de agua y, desde 1972, cumple también el cometido de estación energética hidroeléctrica. Además, es una de las zonas más atractivas para la pesca y el ocio en Eslovaquia, tanto en invierno, cuando todo está congelado, como en verano, cuando el paisaje es imponente. En cualquier caso, tan pronto como empiezan las estaciones de lluvia y los niveles de agua crecen de forma abrupta, el riesgo de rotura de la presa se incrementa.

Cuando las excursionistas cruzaron la presa se percataron de la presencia de una sirena de Telegrafia. Tal y como dijo Petra, directora comercial internacional:
“Siempre es bueno saber que la gente tiene la oportunidad de salvar su vida en caso de peligro y que recibe información sobre un peligro acuciante a tiempo. Me hace feliz saber que trabajo para una empresa que ofrece una oportunidad como esta.”

La Pavian 300 instalada cerca de la presa de Ružín forma parte del sistema nacional de alerta que proporciona información temprana, precisa y fiable a multitud de personas en situaciones de emergencia.

Después de caminar a través de campos y bosques y bordear arroyos forestales, subieron a la cumbre de la montaña Sivec (que en eslovaco significa roca gris). Después de una caminata de 8 kilómetros pudieron contemplar aquello por lo que habían andado tanto: una imponente vista de verdes colinas y valles intercalados, montañas en la distancia y la superficie azul oscura del embalse de Ružín dividido por el muro de la presa.

A pesar de ser un día de acuciante calor, la recompensa fueron unas vistas espectaculares y una tonificante sensación final.