Escuche el articulo

La historia de las presas coincide prácticamente con la historia de la humanidad. La primera presa del mundo conocida data del año 3000 antes de nuestra era, en la antigua Mesopotamia, la actual Jordania. El embalse de Jawa era capaz de almacenar más de 31.000 metros cúbicos de agua y servía no solo como depósito de agua potable, sino también para el riego. En comparación con las presas de la antigüedad construidas posteriormente, la presa de JAWA estaba considerada una obra maestra de la arquitectura, principalmente en lo que respecta a su mayor seguridad para la población. El refuerzo con escollera utilizado tras el muro de aguas arriba era una forma increíblemente innovadora de reducir el posible riesgo de catástrofe. Desgraciadamente, este importante elemento de seguridad ha sido ignorado durante siglos hasta la nueva era moderna.

La ingeniería ha evolucionado enormemente durante los más de 5 mil años de historia de construcción de presas.  Ya fueran egipcios, asiáticos, romanos, franceses o ingleses, todas las culturas han participado en el proceso tecnológico y evolutivo de las presas. Además, las funciones de estas construcciones de ingeniería han ido ampliándose y empiezan a servir como generadores de electricidad o de protección contra inundaciones. Sin embargo, la mayor contribución tuvo lugar en los últimos 100 años, mayoritariamente centrada en mejorar la seguridad de las zonas circundantes. Como siempre, este avance tuvo que venir precedido de varias catástrofes.

En 1874, la presa del río Mill en Massachusetts colapsó causando la muerte de 138 personas, incluyendo 43 niños menores de 10 años. Apenas 15 años después, más de 2200 personas de Johnstown, Pennsylvania, fallecieron en la rotura de la Presa de South Fork. La fractura de la Presa de St. Francis en 1928 supuso un punto de inflexión en la historia de la legislación sobre la seguridad de las presas. Las leyes relativas a la seguridad de las presas fueron adoptadas por el estado de California y su entorno más cercano, pero, por desgracia, la mayoría de los estados norteamericanos no se decidieron hasta 1970, después de que sucedieran más de 5 roturas en presas con terribles consecuencias.

En la actualidad, los Estados Unidos de América cuentan con más de 91.575 presas, aunque más del 65% son de propiedad privada. Según el Inventario Nacional de Presas, la edad media es muy elevada y alcanza los 61 años. Desgraciadamente, el 76% de ellas representan una potencial amenaza. Tan solo entre los años 2005 – 2013 los programas de seguridad de presas informaron sobre 173 roturas de presas y 587 incidentes que podrían haber causado una rotura de la presa si no se hubiera intervenido. En la última década, casi el 40% de los incidentes producidos en presas norteamericanas estuvieron causados por un desbordamiento provocado por inundaciones o motivos hidrológicos. A fin de mejorar la seguridad de la población residente en los alrededores de las presas, desde 1990 se ha procedido al desmantelamiento de más de 900 presas. Se han adoptado programas de seguridad en 49 de los 50 estados, excepto en el estado de Alabama. Todos estos estados aceptaron la implementación de Planes de Acción de Emergencia para minimizar los efectos negativos en caso de catástrofe. La alerta temprana de la población en las zonas circundantes en caso de emergencia constituye el elemento de mayor importancia para salvar vidas y minimizar las consecuencias.

La solución de Telegrafia para la seguridad de las presas consta de 3 tipos de dispositivos sensores, que monitorizan los niveles de agua o de presión e indican la presencia de cualquier tipo de daño. El centro de control activa automáticamente el sistema de notificación o alerta cuando detecta que los valores objeto de supervisión exceden los límites establecidos. El último componente, pero no por ello menos importante, es nuestra obra maestra, la sirena electrónica Pavian de cuarta generación, capaz de producir una alta presión acústica a gran distancia y emitir mensajes de voz en vivo con la mayor inteligibilidad posible. Está equipada con avanzadas funciones de autodiagnóstico y permanece totalmente operativa en condiciones extremas, así como en caso de caída del suministro eléctrico.

La importancia de las presas no va a disminuir en el futuro. Al contrario, la creciente demanda de agua y energía pondrá aún más de relieve la importancia de su impacto en la vida moderna. Habida cuenta de la experiencia que nos ofrece la historia, la ingeniería de las presas debe ir acompañada del cumplimiento de los requisitos de seguridad, a la vez que la preparación para casos de emergencia debe constituir un elemento esencial presente en todas las presas del planeta.

Artículo escrito por

Dominika Pavlíková

Dominika es directora comercial responsable de los mercados estadounidense y canadiense. Es una mujer llena de energía que necesita invertirla en cosas significativas. Así es como se enamoró del sector de la alerta temprana. No pierde la opportunidad de apprender algo nuevo y nuevos retos le hacen sentirse aún más viva. Además le apasionan la gente, los libros, el arte y la historia.