Escuche el articulo:

El sector energético abarca todo el proceso de producción de energía, desde la propia extracción hasta la distribución. Se trata en todo momento de una infraestructura crítica, ya sean combustibles fósiles, energía nuclear o fuentes de energía renovables. Por lo tanto, incluso un pequeño accidente puede tener consecuencias de gran alcance. Por si fuera poco, las plantas energéticas suelen ser grandes instalaciones con muchos empleados.

Las plantas de energía nuclear son un claro ejemplo de lo que puede causar un error de sistema o una negligencia profesional. Tenemos ejemplos significativos de fugas radioactivas en las centrales nucleares de Chernóbil (Ucrania) en 1986 o de Fukushima (Japón) en 2011, que afectaron a miles de personas.

En las centrales energéticas y en el sector energético, en general, los riesgos más significativos que pueden causar pérdidas de vidas humanas son:

1. Electrocución o contacto con el arco eléctrico
2. Incendios eléctricos y de otro tipo
3. Peligros químicos (por ejemplo, radiación)

Además, algunos tipos de instalaciones concretas en el sector energético deben estar preparadas para proteger a su personal y sus operaciones contra determinados riesgos:

• Las centrales hidroeléctricas son susceptibles de sufrir accidentes químicos y existen riesgos asociados a condiciones climáticas extremas, en particular deslizamientos de tierra. Además, está el riesgo de inundación de algunas partes de la propia planta.
• Las centrales nucleares deben tener en cuenta el peligro de la radiación dentro de las instalaciones y monitorizar muy de cerca el reactor, especialmente el sistema de refrigeración.
• Las centrales térmicas se caracterizan por un mayor riesgo de explosiones (causadas por las partículas de polvo, por ejemplo) e incendios, pero también por los altos niveles de ruido que hay que tener en cuenta cuando se planifica el sistema de sirenas y de alerta.
• Incluso en el caso de los riesgos de seguridad más bajos en el caso de las fuentes renovables (las plantas de energía solar y las turbinas de viento) no puede descartarse el riesgo de electrocución o caída.

Un sistema de seguridad funcional es algo esencial para el sector energético. La clave para un sistema de alerta es la automatización, la fiabilidad (por ejemplo, contar con un sistema de respaldo en caso de caída del software) y, por supuesto, disponer de sirenas de calidad, buena cobertura y otros dispositivos de alerta en las instalaciones.

Artículo escrito por

Miroslava Malachovska

Miroslava es directora de marketing. Lleva más de doce años trabajando para Telegrafia. Empezó como asistente en el departamento de ventas para trabajar posteriormente como coordinadora del centro de formación. Después de reincorporarse tras la baja de maternidad ha estado trabajando para el departamento de marketing. La experiencia y el conocimiento obtenidos le han proporcionado una sólida base para el desafiante y creativo trabajo que realiza ahora en el departamento de marketing. Le gusta correr y se mantiene en forma con un entrenamiento regular y preparándose para correr medias maratones.